“La Reforma Fiscal podía haber sido más profunda, pero es el camino para incentivar el consumo interno”

Basilio Ramírez y Juan Carlos García

Entrevista realizada a Basilio Ramírez y Juan Carlos García, economistas y socios fundadores de la consultoría Arnaut & Iberbrokers, en la newsletter para los clientes de Banca Personal de Kutxabank.

Basilio Ramírez y Juan Carlos García fundaron hace casi 25 años Arnaut & Iberbrokers, un despacho profesional centrado en la Asesoría Fiscal y la Consultoría Financiera. Su larga trayectoria y su dilatada experiencia les convierte en voces autorizadas para el análisis de la realidad económica y empresarial de La Rioja, el País Vasco y Navarra, su principal, pero no único, ámbito de actuación. Más allá del día a día, su labor les lleva a implicarse directamente en la gestión activa de cada empresa que llama a sus puertas. “Somos consultores” es su lema, que recoge el grado de implicación total en su labor. Ambos son hoy clientes de Banca Personal de Kutxabank porque, dicen, “queremos para nuestros clientes exactamente lo mismo que la Banca Personal de Kutxabank nos ofrece a nosotros mismos: cercanía, trato personalizado, análisis, planificación y, sobre todo, confianza”. Hoy analizan con nosotros, entre otras cuestiones, la reforma fiscal y su reciente actualización.

 

–¿Qué importancia tiene la planificación fiscal para las personas físicas en general?

Basilio Ramírez: La fiscalidad es el factor clave para conseguir y conservar el ahorro personal y familiar. Aprovechar, en cada momento, las oportunidades y evitar los riesgos de una fiscalidad cambiante, requiere estar al día de los constantes cambios y planificar, no solamente en el ámbito del Impuesto sobre la Renta, sino también en el Impuesto sobre el patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones.

–¿Qué ventajas aporta la planificación?

BR: Los numerosos tributos que pagamos a lo largo de la vida desgastan el patrimonio conseguido. Lo que logramos con una correcta planificación fiscal es preservar y aprovechar los incentivos y bonificaciones fiscales para hacer más pequeño ese desgaste y llegue a nuestros herederos la mayor parte de nuestro patrimonio.

-¿Es conveniente capitalizar el ahorro, cuantificar esa rentabilidad en el largo plazo?

Juan Carlos García: Cuando hablamos de ganar interés sobre el interés, o reinvertir los dividendos de acciones, por ejemplo, siempre nos hemos de referir al largo plazo. Marcar un objetivo en plazo con esta fórmula nos permitirá encontrar un ahorro actualizado, no amenazado por la inflación.

En nuestra opinión las fórmulas de ahorro a largo plazo han de ponerse en manos de profesionales, con criterios más o menos arriesgados en función de los perfiles de cada inversor.

–En caso afirmativo, ¿aconsejaría a nuestros clientes de Banca Personal que se fijen como estímulo algún objetivo a largo plazo, como asegurar la pensión de jubilación o la adquisición de un velero, por ejemplo?

JCG: Capitalizar el ahorro y hacerlo a largo plazo siempre tiene que tener un objetivo. Todos podemos pensar en la pensión de jubilación, pero por qué no puede ser llegar a tener un capricho, una ilusión. Con un sistema de ahorro bien estructurado es posible hablar de fórmulas de capitalización para disfrutar después de un tiempo de un velero, un apartamento o ese viaje imposible.

–La Reforma fiscal de 2015 surge en un momento preelectoral de aguda politización. ¿Estamos ante una verdadera reforma fiscal que incentiva la inversión y el consumo? ¿Afronta en profundidad los problemas de nuestro sistema impositivo?

BR: Precisamente en estas semanas, el Gobierno ha dado un nuevo empujón a la reforma, anticipando las tarifas previstas para 2016 a julio de 2015 y dejando sin duda más dinero en circulación. Esto favorece la inversión y el consumo.

La reforma podría haber sido más profunda, sobre todo en relación a algunos Impuestos ya obsoletos (Transmisiones patrimoniales…), si bien, va en el camino adecuado para activar el consumo interno. Eso sí, echamos de menos deducciones e incentivos a la inversión empresarial en el Impuesto sobre Sociedades.

–De forma escueta, ¿cuáles serían los principales cambios en el IRPF aprobados en estos últimos días por el Gobierno que deberían tener presentes nuestros clientes, ahorradores e inversores, de Banca Personal?

BR: Bueno, en los últimos días ha sido muy sonada en los medios de comunicación la noticia del anticipo de bajada de impuestos (IRPF) prevista para el 2016 en la conocida como ‘Reforma fiscal’. Fundamentalmente, lo que se ha aprobado el pasado viernes 10 de julio por el Ejecutivo ha sido una nueva escala para la parte de la base liquidable general y otra nueva escala para la parte del ahorro, de tal forma que la nueva tarifa general sitúa los tipos aprobados para 2015 a nivel intermedio de los aprobados para 2015 y 2016. Concretamente los tipos de la parte general van desde el mínimo del 19,5% (antes estaba en el 20%) al máximo marginal del 46% (antes del 47%), y en lo que respecta a la base del ahorro, la nueva escala se sitúa entre el 19,5% y el 23,5%, es decir, medio punto menos que lo estaba vigente para el 2015.

Además, esto ha conllevado la modificación en las retenciones aplicables, además lógicamente de a los rendimientos del trabajo personal, a determinados rendimientos satisfechos a partir del 12 de julio de 2015, pasando a un 19,5% las del capital mobiliario, capital inmobiliario y las de ganancias patrimoniales derivadas de las transmisiones o reembolsos de acciones y participaciones de instituciones de inversión colectiva, entre otras, y a un 15% de las de rendimientos derivados de actividades profesionales.

 –¿Cómo afectarán estos cambios fiscales a nuestros clientes de alta renta?

JCG: Dichos cambios afectarán positivamente a contribuyentes de alta renta en lo relacionado con los rendimientos del ahorro, tanto para rendimientos del capital mobiliario como para ganancias patrimoniales, dado que la escala de tipo de gravamen se ha reducido. Igualmente les afectarán dichos cambios en el resto de rendimientos, al haberse reducido también la escala general, que afecta a rendimientos, entre otros, del trabajo, de actividades económicas y derivados del arrendamiento de inmuebles.

–¿Cómo podrían beneficiarse de posibles deducciones y reducciones fiscales?

JCG: Planificar las inversiones financieras es una forma de obtener una fiscalidad más barata. Esto se puede conseguir en la medida en que, por ejemplo, se invierta en productos cuyo rendimiento no tributa hasta realizarse la venta del mismo (ej. fondos de inversión), se realicen transmisiones con beneficios compensando pérdidas de ejercicios anteriores que están a punto de caducar, se aproveche la posibilidad que ofrece la famosa Disposición Transitoria 9ª por la que la tributación de la venta de activos muy antiguos se reduce de manera importante…

–¿Cómo quedan los planes de pensiones después de la reforma? ¿Mejora su tributación?

BR: Se rebajan a 8.000 euros anuales las cuantías máximas previstas para las aportaciones anuales a sistemas de previsión social que dan derecho a reducir la base imponible. En la regulación anterior estas cuantías eran de 10.000 ó 12.500 euros si el participe era mayor de 50 años. En la misma línea se modifica el límite conjunto de reducción, fijándose en la menor de las siguientes cantidades: el 30% de la suma de rendimientos netos del trabajo y actividades económicas o 8.000 euros anuales.

Adicionalmente, se incrementa de 2.000 a 2.500 euros anuales la reducción por aportaciones a favor del cónyuge que no obtenga rendimientos superiores a 8.000 euros anuales.

En la medida en que se han minorado las cantidades máximas objeto de reducción, la fiscalidad de las aportaciones ha empeorado, si bien el rescate de dichas aportaciones no ha sufrido modificaciones, salvo en lo referente al nuevo supuesto de rescate de dichos planes que ha incluido la modificación del Texto Refundido de Planes y Fondos de Pensiones. Así, junto a las situaciones de desempleo de larga duración o enfermedad grave, contempladas en la regulación actual, se establece que los partícipes podrán disponer anticipadamente del importe de sus derechos consolidados correspondiente a aportaciones realizadas con al menos 10 años de antigüedad. A estos efectos, no se computarán las aportaciones realizadas con anterioridad a 1 de enero de 2015.

–Ambos son clientes a título particular de Banca Personal de Kutxabank. Todo un lujo para nuestra entidad.

BR y JCG: Somos unos profesionales que queremos ser el mejor activo de nuestros clientes, tratarles de una manera personalizada para que sus empresas sean rentables, creemos en la planificación y en el análisis de todas las variables … O sea, queremos para ellos exactamente lo mismo que la Banca Personal de Kutxabank nos ofrece a nosotros como clientes suyos. La conexión es total.

–La competencia financiera es feroz. ¿Por qué unos economistas y consultores reconocidos y expertos han optado por confiar en nuestra Banca Personal?

BR y JCG: Hay aspectos que son difícilmente cuantificables y uno de ellos es la confianza. En nuestro caso, la confianza en Kutxabank es fruto de los muchos años de contacto y cercanía que tenemos con la entidad. Es algo que además recomendamos a nuestros propios clientes, no todo son números, ofrecimientos, palabras o promesas. La base de la relación con una entidad financiera es la confianza. Y en este caso existe.

 

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